JUNIO 19 | núm 20
Chincuyas
Árboles de Chiapas
María del Carmen Girón Pérez y Alma Rosa González Esquinca.
La diversidad vegetal que nos rodea muchas veces pasa inadvertida, sin embargo, sus alcances en el ecosistema nos pueden sorprender. En Chiapas, comúnmente se llama “chincuya” a un árbol de amplias expectativas por sus usos y propiedades biológicas. Se distinguen por su gran altura, sus hojas anchas y largas, la forma característica de sus frutos de pulpa amarilla y sus flores purpuras que aluden a su nombre científico Annona purpurea. Pertenece a la familia Annonaceae, un grupo antiguo de plantas con flores que crecen preferentemente en las zonas tropicales de América. Esta familia, hasta el momento, se calcula en 128 géneros y 2106 especies encontrándolas como bejucos, arbustos y árboles, siendo Annona uno de los géneros más representativos con algunos árboles frutales, entre ellos, la chincuya (A. purpurea), la guanábana (A. muricata), la chirimoya (A. cherimola) y el saramuyo (A. reticulata). Hoy día, se sabe que dichas especies frutales no solo tienen usos alimentarios, sino también tienen potencial ornamental, maderable, para la fabricación de herramientas agrícolas y así como medicinales. Destacan por presentar moléculas con actividad antitumoral, antihelmíntica, antimalaria, antiprotozoaria, insecticida, antimicrobiana, antifungica y también como dopaminérgico. Chiapas es un estado mexicano rico no solo por su fauna, sino también por su amplia vegetación, con múltiples expectativas por sus usos y propiedades biológicas. Para saber más sobre estos privilegiados árboles te invitamos a leer “Las Chincuyas, árboles de Chiapas” un texto breve elaborado con mucho cariño.
Puedes consultar esta nota de Cantera en la página del Insituto de Ciencias Biológicas https://icbiol.