MAYO 7 | núm 14
Bromelias como ecosistema
Prácticamente toda la planta es aprovechada por distintos organismos como substrato y algunos la utilizan como alimento, y en conjunto viene a constituir un ecosistema muy particular que alberga entre sus hojas una fauna propia.
Carlos R. Beutelspacher
En varias partes del mundo, existen diversas plantas que actúan como reservorios de agua debido a la disposición de las hojas o de los pecíolos, que forman cavidades en donde se depositan el agua y los detritos; el medio así creado, es aprovechado por muchos tipos de organismos para efectuar su desarrollo, puesto que existen allí condiciones apropiadas para sobrevivir. Ejemplos muy conocidos, los constituyen los Nepenthes de Oceanía, las palmeras de África, los bambúes de Asia, las especies de Sarracenia de Norteamérica, y las musáceas como los conocidos "platanillos" del género Heliconia, y las bromeliáceas de América Tropical. También podemos señalar algunas aráceas, como las "mafafas" (Xanthosoma spp.), en la base de cuyas hojas se acumula el agua de lluvia. De manera que en algunos casos se llegan a constituir ecosistemas con características propias muy interesantes.
La familia Bromeliaceae, comprende 420 especies en México (Espejo et al. 2017), y los mismos autores, registran 133 especies repartidas en 14 géneros, siendo Tillandsia, el género con el mayor número de especies. En el listado más reciente para la bromelioflora de Chiapas, registramos 139 especies y 3 híbridos, de los cuales, aproximadamente 30 especies son terrestres, y el resto (112), son epífitas.
Como parte de mi tesis doctoral en la Facultad de Ciencias de la UNAM, publicamos un libro titulado “Bromeliáceas como ecosistemas”, con especial referencia a Aechmea bracteata (Swartz) Griseb. (Beutelspacher, 1999). Este texto pretende ser una pequeña contribución al conocimiento de los ecosistemas, o más particularmente, al conocimiento de los elementos de algunos de ellos. Mediante una minuciosa investigación documental y de campo, se nos muestra la vida oculta de una planta poco común: las bromeliáceas. Extrañas por su capacidad de actuar como grandes reservorios de agua, favorecen la generación de múltiples especies de otros organismos, animales y vegetales, Picado (1913).
Debido a la disposición de las hojas en roseta y a su hábito epifítico, las bromeliáceas como Aechmea bracteata pueden considerarse microecosistemas muy particulares. En ellos no se observa una relación tipo mutualismo con cierta interdependencia y coevolución, como es el caso de las hormigas del género Pseudomyrmex, las cuales habitan las estípulas de la Vachellia cornigera; o la relación Azteca-Cecropia en donde ambas partes (planta-insecto), han desarrollado diversas adaptaciones de uno en relación al otro obteniéndose un mutuo beneficio, puesto que las hormigas prestan una protección bastante efectiva a la planta, sobre todo en Vachellia de las hormigas, pero no de otros animales, sobre todo aves, las que destruyen los renuevos ocasionando un serio retraso en el crecimiento; por otra parte, las hormigas al convivir con la planta, mantienen un círculo limpio alrededor de la misma, lo cual ciertamente constituye una ventaja en la competencia, puesto que generalmente no crece ninguna otra planta que pueda desplazar a la Vachellia (Jansen, 1966). Por otra parte, la planta ofrece a las hormigas abrigo y alimento, de manera que ambas partes son beneficiadas por la asociación, en cambio en Aechmea bracteata, aún cuando las hormigas que con frecuencia colonizan estas plantas lleguen a representar una protección bastante efectiva para la planta en contra de los depredadores (como nos consta), no constituyen un factor tan importante para el desarrollo de la planta como ocurre en Acacia. Sin embargo, la presencia de animales dentro de la bromelia, puede tener importancia brindando protección (como es el caso de algunas hormigas), pero también como desintegradores de otros organismos para la liberación de compuestos de molécula sencilla; así, Benzing (1970) ha demostrado que algunos compuestos nitrogenados pueden ser absorbidos a través de las escamas de las hojas de las bromelias, por lo que la presencia de dichos organismos, contribuye a la obtención de nitrógeno suplementario. Por otra parte, el estudio histológico revela la existencia de numerosos plasmodesmos en las paredes de las células epidérmicas, sobre todo en las del haz, que es donde se efectúa la absorción.
El ecosistema bromeliácea, no es tan típico en sus componentes como lo puede ser un charco o un bosque, puesto que los productores primarios (o captadores primarios de energía), no están constituidos principalmente por la planta en sí, ni por las escasas algas que ocasionalmente llegan a encontrarse, sino que lo constituyen el árbol que soporta a las bromelias, o los que la rodean, ya que la mayor parte del material energético, está representado por la hojarasca que se deposita entre las hojas de la planta.
El ecosistema bromeliácea está constituido a su vez, por dos porciones delimitadas por Picado (1913): una acuática y otra terrestre, existiendo una zona mixta entre ambas. Esta división del ecosistema, da lugar a que existan organismos característicos para cada medio, de esta forma encontramos que existen dos tipos de carnívoros: los acuáticos, principalmente ninfas de Odonata, y los terrestres que viven entre la hojarasca, sobre todo arácnidos, quilópodos, anfibios y reptiles.
Dentro de la bromelia se pueden distinguir varios nichos con distintas características que son aprovechadas por diversos organismos según sus propios requerimientos de hábitat.
El grupo de organismos mejor representado en el ecosistema, es el de los artrópodos, principalmente los insectos, y dentro de ellos, los coleópteros, pero pueden encontrarse desde protozoarios hasta mamíferos.
Por otra parte, se pueden considerar dos tipos de organismos bromelícolas: aquellos que son específicos de esta planta, ya sea porque se alimentan de ella (por ejemplo, las larvas de algunos lepidópteros), o porque efectúen allí, su desarrollo (por ejemplo, odonatos y tipúlidos), y aquellos que ocasionalmente pueden llegar a encontrarse, por ejemplo, ratas arborícolas, y algunas aves, u otros animales que llegan a esta planta para la captura de su alimento.
Los organismos observados con mayor frecuencia en estas bromeliáceas, principalmente son pseudoescorpiones del género Pseudozaona sp. encontrados prácticamente en toda la distribución geográfica de A. bracteata en México, así como colonias de hormigas de la especie Neoponera villosa Fabr., que habitualmente ocupan el espacio dejado por las hojas centrales de la planta, lo mismo una especie no identificada del género Camponotus. También los coleópteros de los géneros Onypterigia y Colpodes (Carabidae), fueron recolectados en la mayor parte de los sitios en donde se encontró la planta.
Es importante mencionar que prácticamente toda la planta es aprovechada por distintos organismos como substrato y algunos la utilizan como alimento, y en conjunto viene a constituir un ecosistema muy particular que alberga entre sus hojas una fauna propia.
Por ultimo, Aechmea bracteata no es tan estricta en sus requerimientos lumínicos, por lo que se le puede encontrar a distintas alturas sobre los árboles, y en condiciones muy variables de clima, altura sobre el nivel del mar y vegetación.
Resumiendo, podemos considerar que la bromelia obtiene realmente una "ventaja" evolutiva al mantener ese ecosistema dentro de sí misma, puesto que, de esta forma, los organismos bromelícolas ayudan a degradar los detritos orgánicos a compuestos más simples que vienen a constituir la principal fuente de nitrógeno y de otros elementos nutritivos para la propia bromelia y, por otro lado, algunas de las hormigas, ayudan a proteger a la planta en contra de los depredadores.
El estudio de los organismos asociados a las bromeliáceas, principalmente epífitas, viene a representar un tema abierto a la investigación, por lo que invitamos a los estudiantes y profesionistas a retomar este interesante campo de estudio.
LITERATURA CITADA
BENZING, D. H., 1970. An investigation of two bromeliad myrmecophytes: Tillandsia butzii Mez, T. caput-medusae E. Morren and their ants. Bull. Torrey Bot. Club 97: 109-115.
BEUTELSPACHER B., C.R., 1999. Bromeliáceas como ecosistemas. Con especial referencia a Aechmea bracteata (Swartz) Griseb. Plaza y Valdés Editores, México, 123 pp.
ESPEJO-SERNA, A., A.R. LÓPEZ-FERRARI, N. MARTÍNEZ-CORREA & V.A. PULIDO-ESPARZA, 2017. Bromeliad Flora of Chiapas State, Mexico: Richness and Distribution. Phytotaxa 310 (1): 1-74.
JANZEN, D.H., (1966). Coevolution of mutualism between ants and acacias in Central America. Evolution 20 (3): 249-275.
PICADO, C., 1913. Les Bromeliàes epiphytes, considerèes comme milieu biologique. Bull. Scient. France Belg. 47: 215-360.
Fig.01. Tillandsia guatemalensis L.B. Smith. |
Fig.02. Aechmea bracteata (Swartz) Griseb. |
Fig.03. Corte esquemático de Aechmea bracteata con los organismos acompañantes. |
Fig.04. Tillandsia zoquensis Ehlers. |